En los últimos años en Chile, según una encuesta realizada en 2021 por el ESE Business School, se ha visto cómo las personas estiman que las empresas deben pronunciarse sobre materias de la agenda política y constitucional. Esta tendencia ha ido en aumento además en el mundo, donde diversas marcas han tomado acciones concretas a raíz de causas políticas en distintos países.

Pero, se pregunta Halpern, “¿cómo se resuelve el dilema del involucramiento de una empresa en una causa política, especialmente, cuando no hay acuerdo entre sus skateholders?”. En su opinión, si la empresa no se pronuncia ante hechos que agredan sus principios, “su credibilidad podría verse afectada, su capital reputacional disminuido y su legitimidad social lesionada”, señala, lo que no deja de ser complejo.

Revisa la publicación completa en el siguiente link