En los últimos años los ciudadanos han ido cambiando sus expectativas acerca del rol de la empresa. Hoy se le atribuye una función social. En una crisis de la magnitud de la pandemia es cuando más se espera de la empresa. Si no está a la altura, su legitimidad social se verá mermada por un largo tiempo. En esta oportunidad se arriesga mucho. Si gobierno y empresas lo hacen bien, es una oportunidad para recuperar parte de la legitimidad social perdida…

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