Si bien las empresas se perciben medianamente preparadas para enfrentar una crisis reputacional que se desencadene a través de las redes sociales, el manejo de la reputación digital no es un tema abordado mayoritariamente en los directorios, no existen protocolos exhaustivos que guíen la acción de community maganers y los tiempos de respuesta en las redes sociales no se ajustan a las expectativas de los clientes.